Subsumición

Vuelvo al ruedo después de semanas que no escribo. 

El café nos mantiene vivos y nos da esperanza para seguir de caminantes en este mundo tan complejo en el que transitamos, donde los seres que lo habitan no se dedican a la hermosa actividad de catar una taza de un buen café sino a otro tipo de cosas como las guerras y conflictos. 

Tuve la fortuna de que dos grandes seres humanos me dieran cada uno una bolsa de este preciado producto que nos acerca más a lo bonito de la vida. Pero resulta agotador la cantidad de luchas que nos toca dar para poder disfrutar un minuto libre en nuestras ocupadas agendas o fuera de pensamientos negros por la situación de violencia por la que atravesamos. 

Estamos subsumidos en tanta actividad que la mente ya no nos da ni para ver en qué carajo es que estamos en este instante y para donde debemos dirigirnos. Consultamos cuanto video de productividad existe para convertir 8 horas en 16. A eso sumele la cantidad tan grande de información que se recibe de noticias alentadoras y otras que definitivamente lo dejan con el ánimo por el suelo. 

Es por ello, que en este tiempo oscuro considero dentro de mis múltiples privilegios, uno muy valioso y es poder recontrarme con la gente bella con la que conecto. Que se me iluminen los ojos solo de ver que en ese espacio vacío ahora hay gente maravillosa, debería considerarse un tesoro solo de luz. 

Claro, no hay quien todo lo crítica, se burlan de que encontremos soluciones ante la adversidad y cosas por el estilo, lo cual refleja un poco, la diversidad de pensamiento y visión que se tiene sobre cómo afrontar escenarios que pueden llegar a verse positivos cuando algunos no conciben sino desastre. 

Por todo lo reflexionado con esta taza de café, solo me resta resaltar que la gratitud por este privilegio no tiene precio. Espero algún día poder observar que este privilegio del que hablo no solo lo tenga yo sino todas las personas.

Besos😘

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