EN UN MINUTO
Todo el mundo vivió la pandemia del covid 19, por ende, le tocó sumergirse mucho más en los medios digitales. Poco a poco la gente comenzó a dejar de verse presencialmente y para no perder la costumbre de hablar y compartir, se adquirió cuánta aplicación salía para hacer videollamadas.
A nivel laborar, algunos de empleadores también las acogieron para dar paso al trabajo remoto que mejoró algunos procesos pero empeoró otros.
Sin embargo, en lo que reflexiono es que lo anterior descrito hizo que algunos estuvieran en pijama todo el día y hasta sin bañarse.
La vaina se complicó cuando te llamaron a trabajar o te escribieron tus amigos de infancia para comer!. Vas a ver tu clóset y es como si se hubiera congelado en el tiempo: la misma ropa que tenés desde el 2020 cuando comenzó la pandemia y ya no tenés ni pizca de idea de cómo se interactúa con la gente (saludas de beso, codo, mano, con señales o abrazo?)
Adicional a eso, menos cuesta un Jeep que adaptarse de nuevo a la rutina. Ya no tenés en tus cálculos automáticos cosas básicas como tender la cama, escoger la ropa y accesorios, planchar la ropa, bañarte, maquillarte ( si lo haces), desayunar, arreglarte, lavar los platos y alimentar a tus animales si lo tenés. Es por eso que la primera semana llegas tarde a todas partes y si no sos organizado, se te olvida todo lo que tenés que llevar, por ello el cargador del celular jamás llega a donde vas.
Al parecer eso que dicen que somos animales de costumbres sale a relucir. Te va a tocar tener paciencia y voluntad para adaptarte de nuevo a una simbiosis de situaciones presenciales y digitales. Así que suerte!
Besos 💋